En 1983, un vuelo de Iberia trajo al país a 150 niños y jóvenes, hijos de exiliados y encarcelados por la dictadura. Hoy habrá un acto en la sede de AEBU.

El viaje de los niños del exilio. Con ese nombre se conoce la llegada desde el exterior de un grupo de jóvenes que, en plena dictadura, fue un símbolo de la resistencia y del camino hacia la democracia. Este mes se cumplen 30 años de ese acontecimiento.

El 26 de diciembre de 1983 un chárter con 150 niños uruguayos, hijos de exiliados o encarcelados por la dictadura militar arribó a Montevideo. Una multitud recibió a quienes provenían de Suecia, España, Italia y Francia, entre otros países.

El vuelo de Iberia facilitado por el entonces presidente de España Felipe González, se transformó en un símbolo de la resistencia a la dictadura.

Tras un largo recorrido por la rambla en el que fueron interrumpidos permanentemente por la gente que salía a saludarlos, el grupo llegó hasta la sede de AEBU.

Daniel Villar, uno de los integrantes del grupo, recuerda ese día con emoción. Tenía 16 años, hacía nueve que se había marchado de Uruguay junto a sus padres, y ahora se separaba de ellos por primera vez. Lo hacía nada menos que para venir a su país en representación de una familia que como tantas todavía debía soportar el exilio.

“Nuestra presencia acá como un factor que ayudara a la caída definitiva de la dictadura. Esto creo que fue un jalón muy importante en esa lucha. Permitió que la gente saliera a la calle”, indicó Villar.

Los había de todas las edades desde cinco años hasta los 16. Aquí sus familiares los recibían y en ese encuentro se mezclaban la alegría, el dolor y por supuesto, la esperanza.

La comisión del reencuentro le preparó a los niños del exilio diversos paseos por todo Montevideo, en cada lugar los esperaba un comité de recepción y su presencia despertó durante días la sensibilidad de muchos uruguayos. 

Según Villar los niños y jóvenes tenían diversas realidades. “Hubo niños que fueron a ver a los padres a la cárcel”, aseguró. 

“La memoria es muy importante. Tiene que servirnos para darnos cuenta de lo que construimos, de lo que tenemos; que recuperamos la paz, la libertad y no perderla nunca más”, enfatizó uno de los niños del exilio.

Para conmemorar los 30 años del viaje este jueves se realizará un acto en la sede de AEBU.